En Arucas existen cuatro pozos de los que se tiene constancia histórica de que sirvieran para arrojar a perseguidos durante la Guerra y la posguerra que son los del Puente del Barranco de Arucas, con placa conmemorativa; Llano de las brujas de Montaña Blanca, puente del Barranco de Tenoya y vuelta de El Francés, que fueron llevados a distintas sesiones del pleno del Ayuntamiento de Arucas para solicitar su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Después de realizar este trámite sólo está pendiente de la aprobación definitiva por parte del Consejo de Gobierno de Canarias.
Este hecho supone un justo reconocimiento a las personas asesinadas durante la guerra y que fueron en gran parte miembros de organizaciones políticas y sindicales de izquierdas y en muchos casos independentistas, así como objeto de venganzas personales como diversos casos en los que se hacía desaparecer a personas que se hubieran significado en la denuncia de abusos patronales, aún cuando no militaran en organización alguna. Todas estas personas fueron asesinadas por trabajar por una sociedad canaria mejor.
Desde el año 2003, se ha venido trabajando desde la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas (AMHA) para la recuperación de los restos humanos para ser entregados a sus familiares. Se ha logrado la implicación del Ayuntamiento que logró una subvención de 300.000 euros para abrir el pozo del Llano de las Brujas, iniciando de este modo la recuperación de los restos de los asesinados y desaparecidos. La Asociación tiene la certeza de la desaparición de 62 personas aunque cree que son más por lo que siguen investigando.
En Arucas se desarrolló un potente movimiento obrero ya que la Federación Obrera del municipio del norte de Gran Canaria llegó a contar con 3.000 afiliados lo que muestra el nivel de movilización de la época.
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